Sin quererlo me ha salido una trilogía de algo que empecé hace un año y continué el mes pasado, así que etiqueta al tanto xd.
Harto de ser una plañidera quejica respecto al mundo gilipollesco que me rodea vi que tenía que tomar medidas. Quejarse está muy bien hasta el momento que lo compatibilizas con otra cosa, y yo no hacía eso. Me encontraba al borde de la pataleta cada vez que veía una acción de ellos. Esto no podía seguir así.
Como no puedo tomarme la justicia por mi mano, por aquello de la legitimidad, no por falta de ganas, pensé en que lo mejor sería apartarse de ellos, pero claro, entonces tendría que dejar el trabajo, a mi familia, trasladarme a una aldea remota y abandonada, y empezar a vivir como cazador-recolector. La comodidad de la vida moderna respecto a esa hizo que desechara la idea.
Pasó por mi cabeza hacerme como uno de ellos. Cuando uno no es un gilipollas genuino (o eso cree) es muy difícil. Requiere años de entrenamiento ya que hay que cambiar la forma de pensar radicalmente. No es sólo convertirse un hortera o una mala persona, porque la intención es ser aceptado frente a otros de esa especie. Al requerir tanto tiempo también la abandoné.
Pensé, pensé y pensé y nada se me ocurría, hasta ayer. Una conversación me reveló lo que tenía que hacer. Como el convivir con ellos iba es inevitable lo mejor que se puede hacer es sacarle partido a ello. ¿Cómo? Comparándose con ellos. Esto es ideal para el autoestima, por lo que previene las depresiones, mejora tus relaciones sociales con no-gilipollas y seguro que hasta baja el colesterol. Lo que he comprobado y he visto en otras personas, es que entra un gran sentimiento de superioridad. No es caer en el egocentrismo, es evitar la falsa modestia. Tampoco es nada de ideas pasadas de rosca sobre clases superiores ni nada así, es ver que frente a la mayoría absorvente, algunos aún seguimos pensando y tomamos decisiones por nosotros mismos.
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jueves, 2 de diciembre de 2010
El final de los gilipollas
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Gilipollas,
Reflexiones
viernes, 12 de noviembre de 2010
Los gilipollas (de nuevo)
Mucho he recapacitado desde que escribí sobre estos subseres, y muchos más gilipollas me he encontrado. Villagilipollas aumenta su población diariamente, y parece que tiene hueco para muchos más.
Intentas buscar una explicación, ¿por qué los atraigo? ¿Será que yo también lo soy? Dudas de ti mismo hasta el autoinsulto, pero empiezas a esbozar hipótesis de porqué ocurre este fenómeno.
Si redujeramos el número de estos hasta sólo haber uno en el mundo, ¿qué pasaría? Si habéis visto alguna película de zombies os imaginaréis la respuesta. Son como un virus que se transmite por el aire, o quizá es el contacto, pero lo seguro es que poco después se habrían multiplicado. Volveríamos en muy poco tiempo a la misma situación en la que estamos y así por el fin de los tiempos. Es más, estoy convencido de que la capacidad reproductiva del gilipollas medio es superior a la del restro, de hecho añadiría que una mujer embarazada de gilipollas, da a luz en la mitad de tiempo y tiene partos múltiples.
Deducimos por tanto, que el encontrarse con tantos no es un hecho casual, de hecho, lo normal es que aquel que escribe esto, también lo sea (no me voy a llamar gilipollas en primera persona), y probablemente sus lectores o la gran mayoría, aunque apuntaría antes a aquellos que no lo leen :P.
¿Y qué podemos hacer? Una posible solución es abrir un libro cerca suyo sin la etiqueta de "best seller" o nunca hablar de programas de televisión (en especial de una cadena que da por culo con su nombre).
Quizá parece que exagero cuando digo que son tantos, pero es que este término engloba muchos otros. Por poner un ejemplo, aquellos seres que tachamos de falsos o hipócritas, que hablan a nuestras espaldas, que a la cara tienen una sonrisa y a la espalda un cuchillo también lo son, y de los peores.
Habría que exterminarlos hasta que no quedara ninguno, y eso es más bien complicado. Como escribió Chuck Pahlaniuk y luego recitó Brad Pitt "Somos quienes le lavamos la ropa y le hacemos la comida y le servimos la cena. Le hacemos la cama. Cuidamos de usted mientras duerme. Conducimos ambulancias. Le pasamos las llamadas. Somos cocineros y taxistas, y lo sabemos todo de usted. Gestionamos sus pólizas del seguro y los cargos en su tarjeta de crédito. Controlamos cada momento de su vida." Ya sabemos a quiénes se refería.
Intentas buscar una explicación, ¿por qué los atraigo? ¿Será que yo también lo soy? Dudas de ti mismo hasta el autoinsulto, pero empiezas a esbozar hipótesis de porqué ocurre este fenómeno.
Si redujeramos el número de estos hasta sólo haber uno en el mundo, ¿qué pasaría? Si habéis visto alguna película de zombies os imaginaréis la respuesta. Son como un virus que se transmite por el aire, o quizá es el contacto, pero lo seguro es que poco después se habrían multiplicado. Volveríamos en muy poco tiempo a la misma situación en la que estamos y así por el fin de los tiempos. Es más, estoy convencido de que la capacidad reproductiva del gilipollas medio es superior a la del restro, de hecho añadiría que una mujer embarazada de gilipollas, da a luz en la mitad de tiempo y tiene partos múltiples.
Deducimos por tanto, que el encontrarse con tantos no es un hecho casual, de hecho, lo normal es que aquel que escribe esto, también lo sea (no me voy a llamar gilipollas en primera persona), y probablemente sus lectores o la gran mayoría, aunque apuntaría antes a aquellos que no lo leen :P.
¿Y qué podemos hacer? Una posible solución es abrir un libro cerca suyo sin la etiqueta de "best seller" o nunca hablar de programas de televisión (en especial de una cadena que da por culo con su nombre).
Quizá parece que exagero cuando digo que son tantos, pero es que este término engloba muchos otros. Por poner un ejemplo, aquellos seres que tachamos de falsos o hipócritas, que hablan a nuestras espaldas, que a la cara tienen una sonrisa y a la espalda un cuchillo también lo son, y de los peores.
Habría que exterminarlos hasta que no quedara ninguno, y eso es más bien complicado. Como escribió Chuck Pahlaniuk y luego recitó Brad Pitt "Somos quienes le lavamos la ropa y le hacemos la comida y le servimos la cena. Le hacemos la cama. Cuidamos de usted mientras duerme. Conducimos ambulancias. Le pasamos las llamadas. Somos cocineros y taxistas, y lo sabemos todo de usted. Gestionamos sus pólizas del seguro y los cargos en su tarjeta de crédito. Controlamos cada momento de su vida." Ya sabemos a quiénes se refería.
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sábado, 5 de septiembre de 2009
Los gilipollas
Uno se acaba cansando de caminar por el mundo y no encontrarse con más que gilipollas, y es que si hay algo que abunda en el mundo esos son. Y si eres gilipollas da igual, porque a ti otra persona te lo parecerá. Es lo que tiene el concepto de gilipollas, que es muy ambiguo.
Me pregunto si habrá algún gilipollas que sepa que es gilipollas. No me refiero a que sepan que piensan de ellos que son gilipollas, si no que interioricen que lo son. Debe ser duro un día levantarte de la cama, mirarte al espejo y pensar, "Soy un auténtico gilipollas".
Uno puede ser gilipollas por un acto realizado, "Mierda! He hecho el gilipollas". Puede darse cuenta sorpresivamente de que lo es, "Soy gilipollas". Y desde luego la más común, es referirse a otro, "Es un gilipollas". La posibilidad de que aquella persona lo sea desconozco cual es, pero al haber tantos sueltos, diría que bastante alta.
Generalmente, la oportunidad de ser gilipollas va ligado a cierto estatus, "Mi jefe es gilipollas". A posibilidades económicas, "Menudo coche tiene ese gilipollas". O al éxito que uno tenga a la hora de follar. Sobre esto caben varias posibilidades, que lo achaquen a la gilipollez de aquellos con los que folla, "Sólo se lo hace con gilipollas" o que le intenten quitar mérito, "Qué suerte tiene el gilipollas!".
Aún con todo esto, el que más abunda es el gilipollas sin oficio ni beneficio, ese que lo es porque le ha tocado serlo, también conocido como "gilipollas integral". Estos son los que dan más problemas y de los que estamos rodeados. A veces son dificiles de detectar y solemos comentar que nosequien se ha convertido en un gilipollas. O nos dimos cuenta desde el principio a lo que diriamos "Es gilipollas de nacimiento".
Personalmente estoy harto de tanto gilipollas. Son como una epidemia. Nacen, crecen, te joden y no parece que mueran nunca. Lo que si hacen es multiplicarse ya que tengo la sensación de que cada día hay más. Puede que para muchas personas yo resulte uno, pero sinceramente, me la pela. Gilipollas del mundo... Qué os jodan!
Me pregunto si habrá algún gilipollas que sepa que es gilipollas. No me refiero a que sepan que piensan de ellos que son gilipollas, si no que interioricen que lo son. Debe ser duro un día levantarte de la cama, mirarte al espejo y pensar, "Soy un auténtico gilipollas".
Uno puede ser gilipollas por un acto realizado, "Mierda! He hecho el gilipollas". Puede darse cuenta sorpresivamente de que lo es, "Soy gilipollas". Y desde luego la más común, es referirse a otro, "Es un gilipollas". La posibilidad de que aquella persona lo sea desconozco cual es, pero al haber tantos sueltos, diría que bastante alta.
Generalmente, la oportunidad de ser gilipollas va ligado a cierto estatus, "Mi jefe es gilipollas". A posibilidades económicas, "Menudo coche tiene ese gilipollas". O al éxito que uno tenga a la hora de follar. Sobre esto caben varias posibilidades, que lo achaquen a la gilipollez de aquellos con los que folla, "Sólo se lo hace con gilipollas" o que le intenten quitar mérito, "Qué suerte tiene el gilipollas!".
Aún con todo esto, el que más abunda es el gilipollas sin oficio ni beneficio, ese que lo es porque le ha tocado serlo, también conocido como "gilipollas integral". Estos son los que dan más problemas y de los que estamos rodeados. A veces son dificiles de detectar y solemos comentar que nosequien se ha convertido en un gilipollas. O nos dimos cuenta desde el principio a lo que diriamos "Es gilipollas de nacimiento".
Personalmente estoy harto de tanto gilipollas. Son como una epidemia. Nacen, crecen, te joden y no parece que mueran nunca. Lo que si hacen es multiplicarse ya que tengo la sensación de que cada día hay más. Puede que para muchas personas yo resulte uno, pero sinceramente, me la pela. Gilipollas del mundo... Qué os jodan!
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