sábado, 30 de abril de 2011

Tragicomedia sobre la realidad laboral - Jefes II

Como ya dije, los jefes son seres divinos. ¿Qué implica esto? Diferencias con respecto al resto de mortales. Hay jefes tan increíblemente poderosos que es raro verlos un día soleado, y no es creáis que es por el calorcito y les de por pillarse más vacaciones, si no porque este les hace brillar.

No sólo tienen esas similitudes con ciertos seres de leyenda, también son expertos en chupar la sangre a los demás, sólo que ellos no se esconden y hacerlo delante de todo el mundo refuerza su posición en la empresa.

Esto aún no lo he podido comprobar, pero estoy convencido de que son inmortales. Siempre han estado allí, siempre están y siempre estarán. Hables con quien hables, saben de la existencia del mandamás, lo que hace sospechar bastante.

Una característica muy especial de cualquier jefe que se precie, o poder especial, según queráis, es que consumen más oxígeno que un humano medio, muchísimo más. Esa sensación de pasar al lado de un jefe y tener que ir tenso no es más que eso. Todos sabemos además que se trabaja infinitamente mejor sin ninguno alrededor. Además, este es un poder que responde a jerarquías, cuanto más alto están, más oxígeno robarán.

miércoles, 27 de abril de 2011

Quedan 25 días

Sigo dándole vueltas a esto de a quién votar y aún no lo tengo claro.

Por un lado tengo la ideología, y yo, que me defino como neoanarquistaconservador, no encuentro ningún partido que satisfaga mis necesidades. Podría mirar al menos si alguno lo lleva en el nombre, que ya sería algo, aunque pensando en estos partidos obreros populares, no sé si me debería bastar.

Quizá podría fijarme en el logo, a ver que diseño me convence más. En ocasiones esto tiene más calidad que el progama electoral que presenten. De hecho, la mayoría de partidos tienen un logo muy trabajado y un programa inexistente. No debería descartarlo.

Un escollo que me encuentro, es que me molesta esto de votar listas cerradas. Rara vez conoces al segundo y en otras muchas ni al primero. Es más, lo que hizo Jaime Lissavetzky en su cargo no lo tengo claro. Claro, que pensándolo bien, cuando los conoces no quieres votarlos.

Esto se me pone cuesta arriba y cada vez queda menos tiempo.

domingo, 17 de abril de 2011

Los caraconos

Año tras año lo mismo, gritos, misas, ramas de olivo... Viene, va, lo matan y rescuita. Es ver una peli muchas veces de las cual ya te sabías el final antes de la primera. Al menos dan dos días de vacaciones.

A mí que cada uno crea en lo que quiera. Me viene dando igual en tanto me vayan dejando en paz. No soy seguidor de muchas tradiciones, es más, suelo manifestarme en contra pero esta tiene algo especial que hace que no me importe nada si mañana es cancelada, los nazarenos.

¿Quién tuvo la brullante de idea de coger una persona y ponerle una túnica y un capirote? Me dan igual sus orígenes, ¡son terroríficos! Sí, me dan miedo. Los ves con todo ese uniforme y lo mismo piensas que vienen con buenas intenciones. Ya si encima llevan gafas debajo es para echarse a correr.

Qué el KKK o sectas satánicas copiaran esas indumentarias no me parece casualidad. Y los que van vestidos de eso, si se miran en un espejo, ¿implosionan? Quizá se lo ponen porque con cada traje regalan pase directo al cielo o las ostias saben mejor.

Como todos los años, intentaré evitar procesiones. Si me topo con alguna, a tocercer la vista y ya veré por donde paso. Otro año más condenado al infierno, y siempre preguntándome si así aumentan su club de fans.

jueves, 14 de abril de 2011

Desde el blog "LoKKie Paranoia" llega este escrito hecho por una compañera de fatigas en más de una aventura jevi. Poneos comodos, con los Judas Priest de fondo y disfrutad de esta reflexión.

No sé si le pasará a más gente o no, pero a mi me gusta cruzarme con jevis por la calle. O en el tren, o en el super. O en cualquier sitio donde no sea habitual encontrárselos. Porque haberlos haylos, pero generalmente están dispersos en la vida normal, entonces te cruzas con uno y es como “ey, soy una de los tuyos, coño”. No exactamente eso, que ya no se es nueva, pero vaya, que mola. Ya digo que no sé si le pasará a más gente, a los tios seguro que no, tengo comprobado en que se fijan si la tia está buena, independientemente de su jevilidad o ausencia de ella.

Cuando son muchos, la cosa cambia. No porque den miedo, ni nada asi. Pero estás en un garito o en un concierto y ya no es lo mismo. Por qué? Pues no lo sé, porque en todos lados cuecen fabes, imagino.

El otro día mismamente, descubrí la existencia de un festival que me pareció el paraíso, con el rimbombante nombre de “70.000 Tons Of Metal”. 40 bandas, 4 dias, solo a la venta 2000 entradas. Dónde? En un crucero por el Caribe. Tócate los huevos, cuatro dias rodeada de jevis, si o si, además de encontrarte a Johan Hegg sin ir más lejos pululando por el barquito. Jevivacaciones en el mar, sin todos los problemas que da un festival en tierra. Una pijada, si, si durara una semana tampoco me quejaría, puestos a pedir. Pero no más.

Otro caso a resaltar: recuerdo un dia volviendo en coche de un concierto, como una amiga comentaba lo maravilloso que sería hacer un pueblo solamente jevi, con sus calles jevis, su alcalde jevi, sus tiendas de ropa jevi y la peluqueria jevi. Los vecinos jevis que si te ponen Immortal a las 3 de la mañana no pasa nada, y Harleys Davidson yendo y viniendo a su antojo. Sin que te endosaran a la Pantoja en las fiestas del pueblo. Por soñar que no quede, oiga, pero a mi ese sitio me parecería un infierno. Imagínate: los blackers llamando maricones a los hardrockeros, estos acusando de pijos aburridos a los progresivos, los trues mirando por encima del hombro a los numetaleros y los thrashers maldiciendo a los goticosos. Por poner un poner.

Ser jevi mola, pero como ya dije, en todos lados cuecen fabes, y es inevitable, también hay jevis gilipollas e inaguantables, y cuantos más haya concentrados en un sitio y más tiempo haya que soportarlos, más posibilidades hay de que te los encuentres y en consecuencia, te amarguen la vida. Llegado el caso, prefieres aguantar a los capullos de siempre que terminar cagandote en tu propia “especie”. Por eso, nada de Partido Jevi Independiente, nada de Villametal de Abajo. Mejor ir por libre. Mejor que haya jevis de calidad que cantidad de jevis.

Lo que mola de ser jevi, es elegirlo. Ver el resto del mundo y ver que esto es lo que te llama frente a todo lo demas. Si todos fueran jevis, donde queda el mérito? No mola ver como te cuelan una banda jevi en Eurovisión y al resto del mundo le parece raro? Pues eso.

sábado, 9 de abril de 2011

Un mes y once días

Ahora que se acercan elecciones no podía no hablar de política. Si no me equivoco son las primeras elecciones “importantes” desde que nació el blog. Como censado que Madrid capital me toca elegir entre Aguirre y Gallardón en Comunidad y Ayuntamiento respectivamente o cualquier otro. Esto que podría tener una respuesta muy rápida, me está dando que pensar mucho.

Casi por casualidad sé los candidatos de otros partidos. Me gustaría hacer una mención especial a Jaime Lissavetzky, candidato del PSOE al ayuntamiento de Madrid. En un país como este, ¿alguien piensa que con un apellido así puede ganar?

El caso es que aún no he decidido si votar o no, así que muchos a quién. Sin profundizar mucho nadie me convence, así que imagino que si lo hago ni salgo de casa ese Domingo.

Entiendo de política lo suficiente como para saber que un partido no se comporta igual en el gobierno central que en alguno regional, así que lo que haya hecho Zapatero, buen presidente y mejor persona, me viene dando lo mismo y no va a influir en mi decisión.

Hasta el día de hoy, el razonamiento más sabio que he oído para decidir el voto es el darlo a aquellos que te den más cosas. Ya sabéis, bolis, cuadernos, condones... De esos que reparten por las calles. Pero a día de hoy nadie me ha dado nada. Habrá que seguir esperando.