sábado, 10 de abril de 2010

Polska gazeta - Parte 7

Mi principal misión en todo viaje fuera de Madrid, consiste en hincharme a productos típicos del lugar. Polonia no iba a ser la excepción. Ya días antes, comencé a documentarme sobre que había por ahí. Al ir con con la familia, todo producto alcohólico quedaba descartado (más de diez marcas de vodka sin probar...) así que tuve que tirar de cosas más aceptadas por la sociedad. Mi cata comenzó en el avión y el zumo de grosella en tetrabrick. Continuó en los restaurantes típicos del lugar con los pierogi, carnes del lugar como el cerdo cocinado de mil formas... Así hasta que vas, cenas en el restaurante de diseño del lugar y te pasas por el forro todo lo típico para comer una pijada dentro de otra pijada con aroma de pijada. Siete días y dos kilos después, de vuelta a Madrid, retomé la dieta que dejé tras enseñar el pasaporte en Barajas.

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