Ya has asumido que han invadido tu intimidad, que te habían mentido y que lo que van a hacer es tirar la casa entera y volverla a hacer... Miras desconsolado lo que otrora eran paredes con la pintura desconchada y marcas de zapatos... Pero finalmente, si van a hacer lo que se dijo en un principio...
Un día como otro cualquiera, te das cuentas de que no oyes ruidos, ni te preguntas si habrán terminado, sabes que no, pero tienes la esperanza de que ese día se lo hayan tomado libre. ¡Oh falsa esperanza! ¡¡¡¡¡Han empezado a montar un andamio en la fachada!!!!!
En todos mis años de vida siempre he visto como eran las casas de los demás las que se llenaban de metales que formaban plataformas dignas de los niveles más difíciles del Mario. Verlas donde vives no es nada agradable.
Y el andamio se completó. El primer día que pasé delante de él, se oía decir a los obreros "se puede pasar, pero con cuidado", y yo, que quien me conoce sabe que he tenido mala suerte en mi vida con los andamios, eché a temblar. Por el momento sigo vivo y sin nuevas cicatrices, pero... ¿Por cuánto tiempo?
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