Arrastrando los dedos por la frente violentamente, bajando hasta mi boca. Marcando la faz de mi cara con la sangre que emana por mis yemas, siendo una con lágrimas de rabia. Pero todavía puedo dibujar una sonrisa en mi cara.
Tu rostro refleja el hastío insoportable. Cargando con la pesadumbre de seguir aquí, agarrándote a la idea de que algo bueno vendrá, ocultándote la verdad, creyéndote feliz. Y todavía dibujo una sonrisa en mi cara.
Pensando en que no hay nada que no pueda soportar, importando muy poco que lo peor o lo mejor este por venir. Olvidando el pasado. Superior a lo que he sido siempre, por eso dibujo una sonrisa en mi cara. Una que nunca querrás ver, la que muestra el odio acumulado, manifestándose en forma de venganza.
domingo, 29 de noviembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Historias de un romántico - Los segundos años de colegio
Laura Pausini marcó un antes y un después en mi vida. "La soledad" fue la canción de mi infancia. Qué mujer! Qué voz! Y resultó que esta vez no era el único que la escuchaba, todas las chicas de mi clase también.
Considerado como yo era, me gasté las pagas de varios meses en comprar cassettes vírgenes para grabarles el disco que tenía. Eso me hizo muy popular entre ellas pero todo tiene un fin. Laura Pausini pasó de moda, ahora escuchaban a las Spice Girls y a los Backstreet Boys.
Los "artículos" de la Super Pop ocupaban las conversaciones de mis compañeros. Yo lo intenté, pero el hecho de que el kioskero me mirara raro cuando fui a comprarla por primera vez hizo que me echara atrás en futuras ocasiones.
El romántico que llevaba dentro de mi empezaba a hartarse, pero entonces algo ocurrió.
Considerado como yo era, me gasté las pagas de varios meses en comprar cassettes vírgenes para grabarles el disco que tenía. Eso me hizo muy popular entre ellas pero todo tiene un fin. Laura Pausini pasó de moda, ahora escuchaban a las Spice Girls y a los Backstreet Boys.
Los "artículos" de la Super Pop ocupaban las conversaciones de mis compañeros. Yo lo intenté, pero el hecho de que el kioskero me mirara raro cuando fui a comprarla por primera vez hizo que me echara atrás en futuras ocasiones.
El romántico que llevaba dentro de mi empezaba a hartarse, pero entonces algo ocurrió.
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Romanticismo
viernes, 20 de noviembre de 2009
Aleteando a la moda
El sentimiento humano de pertenecer a un grupo se hace patente en especial a la hora de vestir. Por eso inventamos la moda, una excusa para ir todos iguales por ciertos periodos de tiempo. Un negocio de proporciones enormes. Y como somos medio gilipollas, lo aceptamos.
Mi idea de la ropa es que te haga sentir cómodo a la vez que a gusto contigo mismo. Pero esto no funciona así. Uno tiene que ir como van los demás para encajar, voluntaria, o involuntariamente. No existe la posibilidad de ir como a uno le apetezca. Si tienes gustos propios, tendrás que guardártelos porque si no serás rechazado.
Existen infinidad de lugares en los que si no vas acorde a unas normas de "etiqueta", no te darán siquiera esa opción del rechazo. En muchos casos tienes que disfrazarte para que un perdedor con cara de perdonavidas y toda la masa encefálica en los bíceps te deje entrar a escuchar una mierda de "música" y beber garrafón pagando a más de diez euros la copa.
Pero todo esto tiene su sentido, y es que tu ropa afecta a tus sentidos, es más, con traje la ópera se disfruta más ya que la oyes y ves mejor. Por no hablar de que rindes más en tu trabajo. Y ojo, esto no va contra los uniformes, aunque parece que en el caso de los hombres, el traje lo es.
Siguiendo con esto último, he oído más veces de las que recuerdo, que no es algo que me deba cuestionar cuando trabaje en algo serio, que es así y que yo no lo voy a cambiar. ¿Pero qué es esto? Son demasiadas las injusticias que se cometen en el mundo laboral como siquiera dar importancia a esto, pero no deja de ser algo que no debería pasar. Uno es igual de válido, igual de serio, competente etc., con traje o con unos vaqueros y una camiseta. Y me da igual cuales sean las reglas, aunque como todos, tenga que pasar por el aro por esto también.
Como todo, la ropa que usamos, es otra forma de identificarnos con la masa, y es que si mañana se abren tres tiendas de la tienda que no es igual, las tres estarán llenas. Sin complicarme mucho, por la calle en cinco minutos puedo ver dos o tres personas que visten de la misma forma. Y he escuchado bastantes veces a personas identificar la ropa de alguien por la tienda en la que se lo ha comprado. Llamadme lo que queráis, pero esto último no logro entenderlo. No nos engañemos, todas las tiendas famosas de ropa, venden lo mismo con soplapolleces diferentes.
Mi único propósito con estos textos, es demostrar que no pensamos por nosotros mismos, si no como nos dicen que tenemos que hacerlo, y lo manifestamos hasta en los aspectos más banales. Vestíos como os de la gana.
Mi idea de la ropa es que te haga sentir cómodo a la vez que a gusto contigo mismo. Pero esto no funciona así. Uno tiene que ir como van los demás para encajar, voluntaria, o involuntariamente. No existe la posibilidad de ir como a uno le apetezca. Si tienes gustos propios, tendrás que guardártelos porque si no serás rechazado.
Existen infinidad de lugares en los que si no vas acorde a unas normas de "etiqueta", no te darán siquiera esa opción del rechazo. En muchos casos tienes que disfrazarte para que un perdedor con cara de perdonavidas y toda la masa encefálica en los bíceps te deje entrar a escuchar una mierda de "música" y beber garrafón pagando a más de diez euros la copa.
Pero todo esto tiene su sentido, y es que tu ropa afecta a tus sentidos, es más, con traje la ópera se disfruta más ya que la oyes y ves mejor. Por no hablar de que rindes más en tu trabajo. Y ojo, esto no va contra los uniformes, aunque parece que en el caso de los hombres, el traje lo es.
Siguiendo con esto último, he oído más veces de las que recuerdo, que no es algo que me deba cuestionar cuando trabaje en algo serio, que es así y que yo no lo voy a cambiar. ¿Pero qué es esto? Son demasiadas las injusticias que se cometen en el mundo laboral como siquiera dar importancia a esto, pero no deja de ser algo que no debería pasar. Uno es igual de válido, igual de serio, competente etc., con traje o con unos vaqueros y una camiseta. Y me da igual cuales sean las reglas, aunque como todos, tenga que pasar por el aro por esto también.
Como todo, la ropa que usamos, es otra forma de identificarnos con la masa, y es que si mañana se abren tres tiendas de la tienda que no es igual, las tres estarán llenas. Sin complicarme mucho, por la calle en cinco minutos puedo ver dos o tres personas que visten de la misma forma. Y he escuchado bastantes veces a personas identificar la ropa de alguien por la tienda en la que se lo ha comprado. Llamadme lo que queráis, pero esto último no logro entenderlo. No nos engañemos, todas las tiendas famosas de ropa, venden lo mismo con soplapolleces diferentes.
Mi único propósito con estos textos, es demostrar que no pensamos por nosotros mismos, si no como nos dicen que tenemos que hacerlo, y lo manifestamos hasta en los aspectos más banales. Vestíos como os de la gana.
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Aleteando
domingo, 15 de noviembre de 2009
Una nueva opción
Conocerte lo hizo todo mucho más fácil. No era algo que siquiera se me pasara por la mente. Pero gracias a ti, lo descubrí. Pude hacerlo, era capaz de ello. Tenía una nueva capacidad y pude ponerla en práctica. Esa sensación fue extraña, pero la dominé. Después lo hice más veces, pero fuiste el primero y eso no se puede olvidar.
Me enseñaste el odio como opción. Que se puede desear lo peor a alguien y que aún, tras un tiempo, el sentimiento perdure.
Me enseñaste el odio como opción. Que se puede desear lo peor a alguien y que aún, tras un tiempo, el sentimiento perdure.
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Microrrelatos
lunes, 9 de noviembre de 2009
Cápsulas bajo tierra - Las taquillas
Novena entrega de esta serie. Os lo anuncié en la anterior, y es que esto llega a su fin, exactamente en la número diez, "Cápsulas bajo tierra" dirá adiós. Como siempre, espero que disfrutéis lo que a continuación viene.
Hay un grupo de personas que bajo tierra, cumplen una función vital, las personas que atienden en las taquillas. Por ellas tienen que pasar, en algún momento, todos los viajeros.
Tras arduas investigaciones, he descubierto, que los taquilleros no saben hablar. Alguien, alguna vez en su vida, ha intercambiado alguna palabra con ellas? Tú las dejas el dinero y con su sexto sentido saben lo que quieres, no hace falta que lo especifiques. En el caso de dejar el abono para que te lo renueven, no piensan hacerlo hasta que no vean el dinero por adelantado, no vaya a ser que alguien sea tan sumamente malvado para pedirlo y salir corriendo...
Mi teoría sobre que no saben hablar terminó evolucionando a que en realidad no pueden. Se ha visto en los últimos años una mutación de muchos de ellos a máquinas. Cada vez son más las estaciones que no cuentan con taquillas, si no con un número ilimitado de máquinas que te dan el billete. Siempre queda algún taquillero para no perder el contacto "humano", pero en breve también evolucionará a su nuevo estado.
Y así, hasta que a la una y media de la noche sale el último metro. Y cerrará cuando lleguemos al...
Hay un grupo de personas que bajo tierra, cumplen una función vital, las personas que atienden en las taquillas. Por ellas tienen que pasar, en algún momento, todos los viajeros.
Tras arduas investigaciones, he descubierto, que los taquilleros no saben hablar. Alguien, alguna vez en su vida, ha intercambiado alguna palabra con ellas? Tú las dejas el dinero y con su sexto sentido saben lo que quieres, no hace falta que lo especifiques. En el caso de dejar el abono para que te lo renueven, no piensan hacerlo hasta que no vean el dinero por adelantado, no vaya a ser que alguien sea tan sumamente malvado para pedirlo y salir corriendo...
Mi teoría sobre que no saben hablar terminó evolucionando a que en realidad no pueden. Se ha visto en los últimos años una mutación de muchos de ellos a máquinas. Cada vez son más las estaciones que no cuentan con taquillas, si no con un número ilimitado de máquinas que te dan el billete. Siempre queda algún taquillero para no perder el contacto "humano", pero en breve también evolucionará a su nuevo estado.
Y así, hasta que a la una y media de la noche sale el último metro. Y cerrará cuando lleguemos al...
miércoles, 4 de noviembre de 2009
El comienzo de una guerra
Cuando paran los tambores, las palabras que no comprendo, el ritmo frenético, sólo queda algo más a lo que prestar atención. Una ligera brisa se deja escuchar... Entre el caos formado, con el cansancio acumulado, encuentro la paz. Encuentro la calma.
Mis pensamientos aún siguen con la percusión anterior y puedo dejar de oírlos. Mi mente puede evitarlo por fin. Descansando. Es momento de ponerse encima de ella de manera cobarde, pensando que la domino.
Pero ahí vuelven de nuevo, como siempre regresan. No puedo tapar lo que está tan dentro de mi, queriendo salir en forma de gritos. Y sé que no puedo retenerlo mucho tiempo. Lo que ya lleva es demasiado.
Quizá llega la hora de darme rienda suelta y estallar. Desatar a la más oscura bestia que pueda salir de mi. Aquello de lo que nadie se sentiría orgulloso. Crueldad, maldad y odio a partes iguales.
Mis pensamientos aún siguen con la percusión anterior y puedo dejar de oírlos. Mi mente puede evitarlo por fin. Descansando. Es momento de ponerse encima de ella de manera cobarde, pensando que la domino.
Pero ahí vuelven de nuevo, como siempre regresan. No puedo tapar lo que está tan dentro de mi, queriendo salir en forma de gritos. Y sé que no puedo retenerlo mucho tiempo. Lo que ya lleva es demasiado.
Quizá llega la hora de darme rienda suelta y estallar. Desatar a la más oscura bestia que pueda salir de mi. Aquello de lo que nadie se sentiría orgulloso. Crueldad, maldad y odio a partes iguales.
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Guerra
domingo, 1 de noviembre de 2009
De no cambiar nunca
Esto me ha estado dando fallos a la hora de publicar. Por suerte no he parado de escribir, así que imagino que habrá avalancha de escritos próximamente. Esto que va a continuación va improvisado tras algo que cuando me iba a acostar, me despertó bastante y con lo que me reí un buen rato.
Oh! No cambies nunca! Quiero que sigas siendo tan maravillosamente maravillo como eres! Qué nuestra amistad perdure por los tiempos! Por qué... Por qué que haría yo sin ti? Dónde estaría mi sitio, cuando no comprendo un mundo en el que no podamos contar el uno con el otro. Siempre te ayudaré en todo lo que me pidas. Seré el primero en estar ahí cuando me necesites...
... Y no pude parar de reírme... Dedicado a todos aquellos que se dejan pisotear día tras día y aún piden a los que se lo hacen que no cambien.
Oh! No cambies nunca! Quiero que sigas siendo tan maravillosamente maravillo como eres! Qué nuestra amistad perdure por los tiempos! Por qué... Por qué que haría yo sin ti? Dónde estaría mi sitio, cuando no comprendo un mundo en el que no podamos contar el uno con el otro. Siempre te ayudaré en todo lo que me pidas. Seré el primero en estar ahí cuando me necesites...
... Y no pude parar de reírme... Dedicado a todos aquellos que se dejan pisotear día tras día y aún piden a los que se lo hacen que no cambien.
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Microrrelatos
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