lunes, 8 de noviembre de 2010

El mundo a todas horas - La casa tampoco duerme

Sin duda creo que esta nueva entrega de esta serie (la quinta ya) vuelve a retomar un poco el tono de coña que tenía antes, y creo que supera bastante el anterior, con el que no quedé muy contento. Espero que penséis lo mismo.

Un vecino sólo es vecino dentro del edificio. Hay algunos con los que coges más confianza y llegan a serlo en la calle donde vives. ¿Pero un vecino es vecino a las cuatro de la mañana? Yo que hasta hace unos días pensaba que no existían ciertas horas, me sorprendió ver la cantidad de movimiento que hay de madrugada.

Si ya había vecinos que se apartaban de mí cuando les quería decir algo de día, de noche ya ni os cuento. Meses atrás conocía al de la puerta de enfrente y poco más, ahora a prácticamente todos, y aún así, no llevan bien que vaya corriendo como un loco a saludarlos a esas horas. Se asustan, gritan, me tiran sus carteras... Descubrí por las palabras sueltas que entendí a uno que huía de mí, que hay personas que empiezan a trabajar a horas rarísimas.

Contestado a la pregunta de antes, creo que el concepto vecinal se apaga desde medianoche hasta que sale el sol.

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