Exámenes... Args... Aquí tenéis el final de esta serie. No es que yo este del todo satisfecha con ella, pero tenía que poner el final algún día, pero pronto os daréis cuenta que la culpa de que no sea muy allá, no es culpa mía ;)
Los Domingos deberían ser destruidos antes que los Lunes. Son días estúpidos en los que uno no sabe que hacer. Intentas ver algo en la tele y te topas con una misa. Quedas para ir a comprar churros o para ir al rastro y todos pasan porque están durmiendo. Eso debería estar haciendo yo. Siete días inútiles despierto sin saber en realidad si esto ha servido para algo.
Cuando comenzó tenía su gracia, por lo menos las dos primeras horas. Se lo iba diciendo a todo el mundo. La gente se reía, te decía que se pasaría a verte y cosas así. Ya no recuerdo de que se reían y aún estoy esperándolos.
¿Y ahora qué? Supongo que esta tontería ya da igual. Quizá pensaba que cuando contara que he estado siete días seguidos sin dormir, el mundo me adoraría como a un dios. Creo que imaginaba homenajes por las calles, un día en mi honor... Ahora no veo utilidad ninguna a esto, así que yo, a cinco o seis horas de cumplir el objetivo, renuncio. ¡Buenas noches!
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