Volviendo a las raíces de lo que fue este blog, con varios "escritos cortos", inconexos y sin sentido. No os preocupéis, no volverá a ser lo habitual. Y es que hoy si es de noche.
Desde que comienza el día hasta que vuelve a empezar. Cada vez menos horas para contar todo aquello que nos ocurra a nuestros semejantes. Semejantes que parpadean de la misma forma que una estrella cuando la miramos. Y así pasamos el tiempo, mirando las mismas agujas que no saben estarse quietas, o que permanecen inmóviles.
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No interesa saber como estará lo que ya rechazamos. La vuelta atrás descartada tras infinitos planteamientos. Y preguntándose, por qué no lo hicimos antes, lo que hoy nos parece normal e indispensable.
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Van solas, sin plantearse siquiera que alguien piense sobre ellas. Nada les importa, son libres, y eso les gusta. Sin sujetarse a nada, sin fijarse en nadie, sólo ellas y lo que puedan hacer.
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