En estos tiempos de paro, crisis y demás cosas, hay una figura que apenas he nombrado en el blog. Hoy cojo el toro por los cuernos y me mojo con nuestros maravillosos aliados, los sindicatos.
Decir que los sindicatos no hacen nada por los trabajadores es una de las mentiras más grandes que he escuchado. Sin ir más lejos, este texto ha sido originalmente escrito en la parte de atrás de uno de los “comunicados” que nos pasa CGT. Además, con estos fomentan la lectura.
Ellos son los héroes que negocian por nosotros, los convenios colectivos con la patronal y gracias a su gran trabajo, sin quitar mérito a la ya mencionada patronal, nuestro nuevo convenio lleva cerca de los dos años de retraso y será a la baja en un sector que ha subido sus beneficios gracias a la crisis.
Otra cosa que hacen bien estos prodigios del pensamiento, es convocar “asambleas”. Si no me equivoco, porque donde yo voy a currar no hay, esto viene siendo, aproximadamente, una hora cada mes, dos meses, sujeto a variaciones de cada lugar claro, en la que los representantes de diversos sindicatos discuten entre ellos, se insultan, sin llegar a nada, con el propósito de darnos una hora extra de descanso.
Es en ellos en quien te puedes apoyar para denunciar a tu empresa si esta te putea. Es más, son expertos en dar consejos al respecto. Sus abogados... Son abogados. Si pasas de la denuncia a la demanda... Esto... ¡Qué buenos son sus abogados! ¡Cómo se preocupan por ti! ¡Qué dispuestos a ayudar!
Por supuesto, estas funciones son solamente algunas de sus múltiples aportaciones al trabajador, el cual no solamente es un desagradecido, si no que encima se dedica a criticarlos a sus espaldas cuando en realidad lo que ocurre es que quiere llegar a ser un liberado más y disfrutar de sus horas sindicales. ¡Cuánto les debemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario