jueves, 20 de octubre de 2011

Adultos II

Ecuador de la serie, que también es cortita, aunque se avecina otra más larga y diferente.

Empecé a trabajar de manera regular pasando los veinte y no sé si por ser una empresa pequeña o qué, todo eran camaraderías con los jefes. Pero un buen día, estalló la crisis y al contrario del resto de sitios, aquí se quintuplicaron los puestos. Y fue a partir de ese momento donde retorné a incluso antes de los doce años.

Tuve que firmar tres veces normas de conducta (tres cuando fue escrito, el día seis fue la cuarta), me decían donde tenía que sentar... Hubo un momento en el que se sobrepasaron extremos llegando a controlar cuando alguien iba al baño.

Poco a poco se fue reduciendo la plantilla y la normalidad parecía volver a reinar. Hasta un día, un maravilloso día, algún jefe de superlativa inteligencia, descubrió las cámaras de fotos de los móviles.

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