Cada año por estas fechas sufro de astenia otoñal. Menos conocida que la primaveral, viene siendo lo mismo pero en la época opuesta del año. Menos horas de luz, más frío... A tomar por culo de las defensas resfriándome como un cabrón. Con un estado de ánimo como la línea seis de Metro de Madrid. Sin energías para casi nada. Y por supuesto, una irritabilidad para verla y huir.
Esto, que siempre me dura una semana o menos, va in crecendo hasta el cambio de hora, al que por suerte le quedan unos días, donde ya me suele desaparecer.
Por el momento, todo aquel que se cruce conmigo y no le ponga una buena cara, que no me lo tenga en cuenta, que es pasajero. Tocapelotas o gilipollas de cualquier clase, absteneos, a vosotros no os aguanto en ningún momento del año.
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