jueves, 27 de octubre de 2011

De parones, envidias, inspiraciones y demás

Menos de veinticuatro horas después de que en Junio iniciara el parón en el blog, me puse a escribir como nunca lo había hecho. Mejor o peor, pero no paraban de salir cosas de mis manos. Cree una de estas series que tanto me gustan, de la que llevaba más de quince partes, cuando una persona cercana se me adelantó con una idea muy similar sin saber nada de ella.

Hoy, leyendo los comentarios de una persona a la que “sigo”, he visto algo que me ha parecido buenísimo con muy pocas palabras y me ha entrado una envidia tremenda porque no fuera mío.

Es por situaciones como estas por las que ahora escribo sin parar y en consecuencia, publico mucho más. Y de todo esto la culpa la tiene la inspiración, esa maldita puta que aparece cuando le da la gana y sin avisar. Tenía un amigo que escribía poesía y decía que los versos que más le gustaban se le ocurrían en el baño. Me pregunto si alguna vez los plasmó en papel higiénico.

Como tantas otras palabras, nada de lo que acabáis de leer viene a cuento, sólo es escribir por escribir, no le busquéis más sentido.

No hay comentarios: